“Santillana Signo y Presencia. O de cómo leer la Villa a través de los signos de papel y de tres rutas culturales”

El casco de Santillana tiene la peculiaridad de encontrarse en su mayoría en su conformación  original, ya que no ha sufrido variaciones relevantes en los últimos 300 años. Esta peculiaridad hace que el simple turista se encuentre en la posibilidad de deambular por las calles de Villa y de disfrutar de la arquitectura de la misma y de un entorno que indiscutible belleza. Lo que se pretende con esta exposición y con las rutas culturales que ha diseñado Artpapel, es traer el contenido inmaterial de la historia de la Villa a sus calles creando tres rutas culturales. Y así por medio de un mapa y de placas identificativas, guiar el turista en un viaje que le haga descubrir la historia de Santillana y los eventos culturales y artísticos que han trascurrido por las calles de la Villa.

La Colegiata de Santillana del Mar, en las fotos del Centro de Estudios Montañeses. Propietad de la Asociación Cultural Arte Libro, actualmente cedido al Centro de Documentación de la Imagen de Santander (CDIS)

 

  1. Santillana ES Arte: La Escuela de Altamira, Jesús Otero, Santillana y las Fundaciones Culturales. (Lugares para visitar, Museo Jesús Otero, Parador de Santillana, Torre de Don Borja, Casas del Aguila y la Parra, Palacio de Caja Cantabria) 

Un paseo por las calles de Santillana descubriendo los lugares de encuentro de los miembros de la Escuela de Altamira que entre el 1949 y 1951 , han convertido Santillana en un lugar de encuentro de artistas, poetas, críticos que  con sus reuniones anuales en torno a las Pinturas de la  Cueva de Altamira, quisieron renovar el panorama cultural dela España del post guerra. 

Recomendamos la visita al:

1. Parador Gil Blas donde tuvieron lugar las primeras reuniones de la Escuela de Altamira. 

2. La Torre de Don Borja fue la sede donde en 1981 Pablo Beltrán de Heredia antiguo miembro de la Escuela de Altamira organizó la exposición Escuela de Altamira. 

3. Las Casas del Aguila y la Parra, actualmente sede de exposiciones temporales del Gobierno de Cantabria, fueron adquiridas en 1950 como ipotetica sede para las exposiciones de la Escuela de Altamira por Reguera Sevilla gobernadór civil de Santander.

 Reuniones en la cueva de Altamira de los integrantes 
de la Escuela de Altamira 1949 -1950
  Reuniones en la cueva de Altamira de los integrantes 
de la Escuela de Altamira 1949- 1950
Bozeto de Matias Goeritz para el cartel turistico de las Cuevas de Altamira

 

El Escultor Jesús Otero más que nadie representa este espíritu de continuidad que liga el artista de las cuevas con la vocación al Arte que tiene Santillana. El Casco de la Villa alberga algunas de las obras del escultor Otero,  que se concentran entre la plaza mayor y los jardines de la biblioteca municipal y de la Fundación Jesús Otero.  

Recomendamos la visita al:

1. Museo Jesús Otero, donde en el Jardín y en la salas inetriores se exponen obras del artísta.

2. Casas del Aguila y la Parra en la plaza Mayor donde, en la plaza se expone el bisonte que inicialmente Jesús Otero esculpió para el Zoo de Santillana. Pero Beltrán de Heredia convenció al artísta que lo donara a la villa con el lema » La Villa de Santillana al hombre de Altamira)

3. Antiguo Taller de Jesús Otero en la calle Jesús Otero.

Y por fin Santillana y las fundaciones Culturales. Desde mediado de los años ’80 Santillana del Mar se ha convertido en lugar de referencia para la cultura de las artes plásticas, gracias a las Fundaciones culturales que se han establecido en algunos emblemáticos edificios de la Villa. La Fundación Santillana en la Torre de Don Borja, la Obra Social de Caja Cantabria en el Palacio de Los Barreda, y la Sala de Exposición de la Consejería de Cultura en Las casas del Aguila y La Parra. Más de treinta años de exposiciones y eventos culturales algunos de nivel nacional que han sabido promover Santillana y ponerla en el mapa de las Villas Culturales.

Recomendamos la visita a:

1. Torre de Don Borja, antigua sede de la Fundación Santillana.

2. Torre del Merino, sede de exposiciónes de pintura.

3. Sala de Exposición de la Consejería de Cultura en Las casas del Aguila y La Parra.

4. Museo Diocesano Regina Coeli.

5. Palacio de Caja Cantabria, ya Palacio de Los Barreda.

6. Museo Jesús Otero.

 2. Santillana Medieval.

(Lugares para visitar, Colegiata Santillana, Torre de Don Borja, Torre del Merino, Torre de Velarde, Museo Diocesano, Campo del Revolgo, Antiguas Carceles, Palacio del Marqués de Santillana.

Santillana sus calles y los edificios emblemáticos de la historia medieval y renacentista de la Villa. Su Colegiata Románica, la Torre del Merino y la administración de la justicia, la prisión, el palacio del Marqués de Santillana. Descubrir la historia de la Villa a través de los edificios mas antiguos, con una guía de excepción como el Librode Santillana de La Fuente Ferrari.

 P- 059 1427 – 06 – 16. Valladolid

Confirmación de los privilegios, libertades, fueros y buenos usos y costumbres disfrutados por la colegial de Santa Juliana y concejo de Santillana. Archivo Histórico Diocesano de Santander. » Santillana del Mar: 800 años de Historia. Las Fuentes Documentales»

La Colegiata de Santillana del Mar, en las fotos del Centro de Estudios Montañeses. Propietad de la Asociación Cultural Arte Libro, actualmente cedido al Centro de Documentación de la Imagen de Santander (CDIS)

 La Colegiata de Santillana del Mar capiteles, en las fotos del Centro de Estudios Montañeses. Propietad de la Asociación Cultural Arte Libro, actualmente cedido 
al Centro de Documentación de la Imagen de Santander (CDIS)
 La Colegiata de Santillana del Mar capiteles, en las fotos del Centro de Estudios Montañeses. Propietad de la Asociación Cultural Arte Libro, actualmente cedido 
al Centro de Documentación de la Imagen de Santander (CDIS)
  La Colegiata de Santillana del Mar capiteles, en las fotos del Centro de Estudios Montañeses. Propietad de la Asociación Cultural Arte Libro, actualmente cedido 
al Centro de Documentación de la Imagen de Santander (CDIS)
 La Torre del Merino reconstrución del interior, en las fotos del Centro de Estudios Montañeses. Propietad de la Asociación Cultural Arte Libro, actualmente cedido 
al Centro de Documentación de la Imagen de Santander (CDIS)
  La Torre del Merino, en las fotos del Centro de Estudios Montañeses. Propietad de la Asociación Cultural Arte Libro, actualmente cedido 
al Centro de Documentación de la Imagen de Santander (CDIS)

3.      Santillana Un Mar de los Libros.

(Lugares para visitar, Museo Jesús Otero, Parador de Santillana, Torre de Don Borja, Casas del Aguila y la Parra, Palacio de Caja Cantabria)   

Santillana puesta en el mapa de la literatura europea gracias a La Sage con el Gil Blas de Santillana, ha sido a lo largo de los últimos 150 años meta  y objeto de viajes literarios que han contribuido a crear su mito. Pasear por sus las calles teniendo como guía Sartre o Pérez Galdós, este es el reto que propone esta ruta. Y por último la «biblia»de la arquitectura de la Villa escrita por La Fuente Ferrari.

Santillana del Mar fue descubierta literariamente tempranamente y, sobre todo, antes en el resto de Europa que en la propia España. Una cuestión fortuita, y  sobre la que aún no hay explicación fundamentada, “puso a Santillana en el mapa”.

     En 1715, un autor francés – Alain Renée de Lessage – publicó la novela “Gil Blas de Santillana” que continuaría posteriormente con sendas secuelas en 1724 y 1735. La novela se hizo muy popular en Europa donde se publicaron centenares de ediciones y en España no menos de cien hasta 1900. En realidad, el personaje de ficción Gil Blas nació en Santillana del Mar – según todos los indicios – pero, apenas tuvo unos días, sus padres se trasladaron a Oviedo, pensando su padre – militar retirado – que allí tendría más oportunidades para criar a su familia.


 Es la única vez que Santillana aparece en el texto y, de hecho, el Padre Isla en la primera traducción que se hace al español del relato de Lessage, sustituye totalmente el término “Santillana” por el de “Santullano”, pequeña localidad cercana a Oviedo, sin mayores explicaciones.

    Hoy  nadie discute hoy el nacimiento de Gil Blas en Santillana del Mar y eso podía comprobarse incluso en plena Guerra de la Independencia cuando los oficiales de Napoléon y los británicos de Wellington hacían un alto en sus recorridos hacia Castilla y hacia Asturias, para ver la “patria de Gil Blas”, como pioneros de los miles de turistas que décadas más tarde, sin haber leído la obra de Lessage ni saber siquiera quién era el protagonista de esa novela, recalaban en Santillana.

(Miguel Ángel Sánchez. Santillana del Mar y Altamira en los libros)

    Será a principios del siglo XX cuando la importancia de Santillana del Mar tome carta de naturaleza en los libros. Es posible que fuera la creación del Patronato Nacional de Turismo durante la Dictadura de Primo de Rivera lo que convirtió a Santillana del Mar, y a otros pueblos y ciudades en los que el patrimonio cultural se hubiese conservado aceptablemente, en foco de atención de escritores y fotógrafos, muchas veces por encargo de la administración, otras por iniciativa privada, bien sea por intereses económicos, bien por puro “amor al arte”.


    Pero es más que posible que el verdadero detonante del renovado interés por Santillana del Mar haya sido otra producción literaria de ficción, una novela que fue publicada casi dos décadas antes de la creación del Patronato de Turismo. 
Si a principios del siglo XVIII, el “Gil Blas de Santillana” fue el diapasón de la villa en gran parte de Europa,  más que en la propia España, la novela “Casta de hidalgos” de Ricardo León, publicada en 1908, concentró las miradas de los españoles, sobre todo de intelectuales y artistas plásticos, también de los nuevos artistas – los fotógrafos -, sobre Santillana del Mar. 
 

Sería el 1927 el año en que se editaría el mejor libro dedicado íntegramente al patrimonio artístico de Santillana anterior a la Guerra Civil, me refiero a “Santillana del Mar. Notas de Arte” con textos de Mateo Escagedo Salmón, recién llegado a la villa desde Cabuérniga, donde había ejercido de párroco, y fotografías del Marqués de Casa-Mena y Aledo, Leopoldo de Barreda. El prólogo corría a cargo de Ricardo León. Es un libro con una cierta vocación turística, ya que los textos están traducidos al francés y al inglés.


    Ya en pleno gobierno republicano se edita un libro cuyo destino es, ya sin tapujos, el turismo: “Santillana del Mar. Breves apuntes para el turista” con textos, traducidos también al inglés, e imágenes de José María Pérez Ortiz.  
     Al año siguiente, 1934, aparece otro de los mejores libros del periodo prebélico, “Santillana del Mar. Romántica y caballeresca”, con textos de Miguel de Asúa y fotografías del Marqués de Casa Mena.


(Miguel Ángel Sánchez. Santillana del Mar y Altamira en los libros)

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